Desde diferentes lugares se nota esta búsqueda seguramente aún desorganizada hacia enfoques más integrativos.
Desde la Psiquiatría, el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM IV) no nos acerca un apartado para el SII (ejemplo paradigmático de los TGIF) o sea que no se lo clasifica dentro de los trastornos psíquicos. En cambio lo encuadra entre los trastornos que pueden ser afectados por estados psíquicos, en su apartado F54.
F54 Factores psicológicos que afectan al estado físico
Se entiende por tales a los síntomas, rasgos o estilos de afrontamiento, comportamientos desadaptativos y respuestas fisiológicas al ambiente o a los estresantes sociales, que inciden sobre el inicio y exacerbación de los síntomas, la adherencia y respuesta al tratamiento, la relación médico-paciente.
Si bien es cierto que los factores psicológicos o comportamentales representan un papel potencial en la presentación o tratamiento de casi todas las enfermedades médicas, esta categoría en especial se reserva para las situaciones en las que los factores psicológicos tienen un efecto clínicamente significativo sobre el curso o la evolución de la enfermedad o sitúan a la persona en una situación de riesgo elevado para una evolución adversa.
Existe una evidencia razonable para sugerir una asociación entre los factores psicológicos y el estado físico, aunque a menudo no es posible demostrar una causalidad directa o los mecanismos subyacentes de la relación. Los factores psicológicos y comportamentales pueden afectar el curso de casi todas las categorías mayores de enfermedad, incluyendo las enfermedades cardiovasculares, dermatológicas, endocrinológicas, gastrointestinales, neoplásicas, neurológicas, pulmonares, renales y reumáticas.
Las formas en que estos factores pueden afectar negativamente al estado físico son variadas: pueden influir sobre el curso de una enfermedad médica (lo cual se puede inferir por una íntima relación temporal entre los factores y la presencia, la exacerbación o el retraso en la recuperación de una enfermedad médica) o pueden interferir en su tratamiento. Los factores constituyen un riesgo adicional para la salud del individuo (p. ej., continuar con una sobrealimentación cuando se padece una diabetes relacionada con sobrepeso), o precipitan o exacerban los síntomas de la enfermedad al provocar respuestas fisiológicas relacionadas con el estrés (Ej. causando dolor precordial en las personas con cardiopatía coronaria o bronco espasmo en personas con asma).
Fuente:
Lic. Cristina Sfoggia
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