De verdad que es una buena idea escribirte lo que me sucedió . El 9 de septiembre mi hija partía para Islas Canarias, por dos años, para hacer un máster . los dos últimos meses no fueron fáciles, sufrí insomnio, ansiedades, y muchos nervios. Por un lado estaba contenta de verla fuerte y capacitada para nuevos desafíos, con vuelo propio, por otro lado se iba de mi casa una parte tan esencial de lo cotidiano
Era sábado y llovía a mares , debería haber una ley que prohíba ver marchar a los hijos en días de lluvia y fines de semana . Me levante y desayune como todos los días y de pronto me vi en carrera al bano ajajajaj !!!! Bueno bueno , me dije, ya va a pasar . Fuimos a Ezeiza y logre despedirla con toda la entereza que pude , quería que no me viera llorar aunque algunas lagrimas fueron imposible de contener.
Al volver a casa ,seguía lloviendo . Yo debía llegar e ir a buscar inmediatamente a mis compañeras de teatro para ir a San Isidro a ensayar, la tormenta era cada vez peor .
Rabiamos subido a la autopista , cuando de repente empece a sentir las primeras puntadas en mi panza . Me di cuenta que no había llevado el miopropan / trimebutina. La panza cada vez se empezaba a poner mas dura y mas tirante . Era imposible detener el auto para bajar y tampoco tenia suficiente confianza como para decirles a mis compañeras ….. hey chicas estoy teniendo un ataque de colon y no puedo manejar en la autopista y con tormenta…… y para peor no traje la medicación !!!!!!!
Hacia mucho tiempo que no tenia una crisis como esa. En ese momento solo pensé que debía respirar . Sabia como hacerlo, vos me lo había ensenado. Solo les dije, a las tres mujeres que llevaba que solo quería prestar atención al camino y que por un ratito iba a estar en silencio . Comencé a respirar despacio con los tres niveles que me ensenaste . Muy suave y muy tranquila . Me daba cuenta que reconocía el síntoma , que sabia porque venia, que no debía enfrentarlo o luchar contra el . Simplemente recibirlo y ayudarlo a que se vaya ……y así seguí respirando …..acordándome de tu voz , de tu consultorio. El dolor cedió de a poco y nadie se dio cuenta .
Todo lo que me estaba pasando físicamente era una metáfora de mis emociones . Pero esta vez no solo conocía las causas también tenia herramientas para producir un cambio .
Una de las mejores cosas que aprendí en tu terapia es a no luchar contra los síntomas sino mas bien a interpretarlos , a decodificar su significado. Y sobre todo a verlos como posibilidad de crecimiento . Son parte de nuestra historia y si aparecen es para mostrarnos algo que desconocemos o que no hemos tenido muy en cuenta .
Gracias Silvia …… te llevo siempre .