Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG)
Un sujeto con ansiedad generalizada es aquel que tiene una preocupación excesiva durante un período de tiempo superior a 6 meses.
Los adultos con trastorno de ansiedad generalizada acostumbran a preocuparse por las circunstancias normales de la vida diaria, como son las posibles responsabilidades laborales, temas económicos, la salud de su familia, los pequeños fracasos de sus hijos y los problemas de carácter menor (por ejemplo, las faenas domésticas, la reparación del automóvil o el llegar tarde a las reuniones.
El tratamiento del TAG puede realizarse con psicoterapia y/o medicación, según cada caso.
Alguien con un trastorno de ansiedad generalizada, podría decir:
- Yo me preocupo, pero está bien preocuparse.
- Si me despreocupo, todo saldrá mal.
- Es tan tarde y sonó el teléfono… ¿Quién se habrá muerto?
- Me preocupo porque soy consciente de los peligros.
- Esta vez no pasó nada, pero es nada más que porque tuve suerte.
- No pasa nada porque me escapé en el momento justo.
- Es raro que eso ocurra, pero seguramente a mí me va a pasar.
- Todavía no me pasa, pero debe faltar poco para que me pase.
- Esto es terrible y me ha pasado antes, y por supuesto, va a seguir ocurriéndome.
- No solo me seguirá ocurriendo, sino que será cada vez peor y más imposible de manejar.
- El pasado determina el futuro, si algo malo me sucedió, me volvería a suceder.
- Soy una persona de mala suerte, no hay nada que pueda hacer para cambiarlo.
- Este problema debe ser genético, así que no hay nada que hacer.
- No puedo hacer nada para salir de esto, estoy indefenso.
- El preocuparme por lo malo que pueda pasar, evita que suceda.
- Es mejor esperar lo peor, así estoy preparado para sufrir.
TAG Y TFGI (Colon Irritable o Síndrome del Intestino Irritable (SII) y la Dispepsia Funcional )
En estos pacientes funcionales digestivos existe una altísima comorbilidad con el Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) cuyo rasgo central es el exceso de preocupación permanente y continua. Es como si tuvieran todo el tiempo la señal de alarma encendida. Y de este modo, la vulnerabilidad que acarrean puede ser extrema.
Sin lugar a dudas, esta es la entidad psicopatológica que con mas prevalencia observo en mis pac junto al TP y a la depresión.
Con frecuencia escucho a mis pacientes decir “No quiero ir a un restaurante porque me voy a sentir mal”, y estas frases se aplican a muchos espacios donde sienten que en caso de urgencia, como por ejemplo, al estar afuera de su hogar, haciendo viajes, visitas sociales, o situaciones laborales, no podrán escapar del bochorno que imaginan anticipadamente que pueden jugarles sus intestinos.
Por ende, la terapéutica propuesta es enseñar al paciente a que pueda decodificar sus sensaciones viscerales (dolorosas, disfuncionales) sin incrementar un círculo vicioso de pensamientos y sensaciones catastróficas y anticipatorias.
Se trabajaran sus preocupaciones incrementadas con respecto al síntoma, desensibilizándolas y reformulando sus creencias básicas con respecto a la sintomatología y a la vida.
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