Psicogastroenterologia – Colon irritable
Revista Clip – Diario “La razón de Chivilcoy”
Lic. Silvia Bernstein
La Lic. Silvia Bernstein nos comenta acerca de esta disciplina desde la perspectiva de la Psicología. Cuáles son las patologías por las que más se consulta, cómo se trabaja y la formación de especialistas, entre otros puntos de interés.
“La Psicogastroenterología está englobada dentro de la Psicología de la Salud, que se ocupa de abordar el proceso salud-enfermedad en todos los niveles, ya que es el ser humano en su totalidad quien enferma”, comienza la licenciada en Psicología y psicoterapeuta Silvia Bernstein, quien realizó varios posgrados de formación dentro de las escuelas Psicoanalítica, Junguiana, de Programación Neurolingüística (PNL), Gestáltica, Bioenergética, Transpersonal, Cognitiva-Conductual y de Psiconeuroinmunoendocrinología, entre otras. Y agrega: “Sabemos que si bien todas las enfermedades pueden verse ayudadas mediando la atención psicológica a los fines de dar soporte y alivio al enfermo y su familia, hay algunas con alta prevalencia, como son las cardíacas y las oncológicas, que han alcanzado más desarrollo universalmente, desde lo que se llama Psicocardiología y Psicooncooncología; del mismo modo, procuramos ayudar a que crezca la Psicogastroenterología, ya que en esta franja también tenemos una cantidad importante de pacientes sufrientes y sin la adecuada atención”.
¿Qué historia tiene esta disciplina, en el mundo y en nuestro país?
(Entiendo que es relativamente nueva)
Para la entrevistada, que durante los últimos años sintetizó un modelo de abordaje breve para el tratamiento psicológico de la patología funcional digestiva (síndrome de intestino irritable -SII- y dispepsia funcional-DF), y es autora del libro “Usted puede dejar de sufrir, Soluciones para convivir con un colon irritable” (Editorial Planeta) que ya va por su tercera edición, resulta igualmente significativa “la falta de profesionales interesados -hasta el presente- en profundizar en esta especialidad, a pesar de su altísima prevalencia. Las consultas gastroenterológicas debido a trastornos funcionales digestivos son elevadas y las más de las veces no se resuelven solo con atención médica”, subraya la también coautora del libro virtual para terapeutas “El abordaje psicológico del paciente con Síndrome de Intestino Irritable” y de 2 CD de relajación diseñados para el tratamiento de esta dolencia.
Dada la prevalencia de la problemática y ante la falta de formación en la disciplina, en 2018, la licenciada Bernstein creó una Diplomatura Trimestral con el objetivo de formar a médicos o estudiantes de Medicina interesados en el tema, estudiantes de psicología, psicólogos, counselors, enfermeros, coaches y otros agentes de salud.
Concomitantemente con la apertura de la licenciatura argentina el año pasado, también se inició una red de psicogastroenterología, unida a la Fundación Roma, presidida por Douglas Drossman, pionero en este campo de los trastornos funcionales digestivos. En nuestra escuela, Psicogastro Argentina para la formación de psicogastroenterologos hemos puesto los siguientes objetivos”, señala, y los enumera del siguiente modo:
1- Desarrollar la fisiopatología actual con respecto a los trastornos funcionales del tubo digestivo, especialmente el SII y la DF
2- Proveer las herramientas necesarias para su diagnóstico clínico y su enfoque terapéutico.
3- Exponer Impartir los recursos disponibles para un abordaje integral del enfermo con trastornos funcionales y motores digestivos.
4- Instruir acerca de un tratamiento psicológico eficaz que complementa al tratamiento médico.
5- Proveer los conocimientos necesarios para psicólogos (u otros profesionales de la salud) interesados en trabajar con pacientes que padecen de estas problemáticas funcionales.
¿Qué enfermedades o trastornos atienden y cómo llegan los pacientes a terapia?
Con respecto a los pacientes que llegan a la consulta, responde que son personas “aquejadas de dolencias funcionales digestivas, en las cuales el componente emocional asociado -trastornos de ansiedad en su vasta gama y los trastornos del estado de ánimo, así como también los llamados somatomorfos- son altamente comórbidos”. En estos desórdenes funcionales, la clínica demuestra que al trabajar sobre ellos, la sintomatología disminuye en intensidad y/o se hace menos frecuente en sus crisis.
Asimismo, observamos que la condición crónica de la enfermedad potencia la ansiedad y la depresión. Los pacientes -continúa- son derivados por los médicos tratantes, o por recomendaciones de otros pacientes que con el tratamiento lograron resolver su sintomatología.
Un síndrome de colon irritable, por ejemplo, ¿puede resolverse solo haciendo terapia o trabajan en equipo con el gastroenterólogo?
(quiero decir si paralelamente hay un tratamiento farmacológico, por ejemplo, o una dieta)
Estos cuadros funcionales digestivos requieren de la atención multidisciplinaria médica gastroenterológica, psicológica, psiquiátrica y nutricional; en la mayoría de los casos no es suficiente sólo el tratamiento médico, ni tampoco la atención psicológica por sí misma, sino que deben integrarse todos estos tratamientos para obtener resultados eficaces”, aclara.
Y explica que, en muchas oportunidades, “se hace necesario medicar psiquiátricamente al paciente, ya que estos trastornos digestivos producen un gran desbalance serotoninérgico”. Asimismo, siempre refiriéndose a esta franja de pacientes, señala que “las estadísticas muestran un gran índice de pacientes psiquiátricos”. Y añade que, dado que muchas veces la disfunción obedece a déficits de la microbiota intestinal, el pilar nutricional es muy importante.
Estos trastornos que llegan a la gastropsi, ¿afectan más mujeres que a varones? ¿Cuál suele ser la causa?
Entre quienes consultan, las mujeres son mayoría. En este punto, indica que “si bien no se conocen las causas aún, desde una visión Psiconeuroinmunoendocrinológica, la variable hormonal no sería secundaria a la hora de explicarlo.
Desde su experiencia, ¿qué suelen referirle los/las pacientes cuando llegan a la consulta?
El rasgo predominante en estos pacientes es la ansiedad gastrointestinal específica, la cual constituye un importante predictor de reacciones de ataques de pánico y/o trastorno por pánico. Estos temas intestinales generan vergüenza y no son fácilmente tratados en lo social. El intestino no goza del prestigio del corazón o del cerebro .Resulta incómodo referirse a las heces y a la defecación, no sólo en situaciones sociales comunes, sino también frente al médico/o psicólogo, por lo cual nuestros pacientes, amén de trastorno de ansiedad generalizada, también presentan altos índices de ansiedad social.
La consulta por excesiva flatulencia y cómo convivir con ella considerando que tiene que desempeñarse en ámbitos sociales es otro de los motivos de consulta más frecuentes y que genera especial vergüenza.
Muchos de nuestros pacientes se sienten impotentes con sus cuerpos, no pudiéndolos manejar y esto les genera gran enojo e irritabilidad. Son personas irritables e hipersensibles, no solo intestinos irritados.
Resulta frecuente oír a los pacientes que sufren estas alteraciones aseverar verbalizaciones de este tipo: “No puedo ir a un restaurante”, “No puedo ir a un viaje”, “No puedo ir a un desayuno de trabajo”, “No puedo ir a un casamiento”, “No puedo porque seguro me sentiré mal”. Son algunas de las tantas cogniciones comunes en estos pacientes.
Hay a priori una anticipación y una catastrofización, una afirmación con respecto a algo que los limita y que se relaciona con el miedo que sienten con respecto a sus propios intestinos o esfínteres y cómo estos les responderán. Estos pacientes temen quedar atrapados en una situación de la que no puedan escapar.
Por eso la denominé agorafobia tipo Colon Irritable acompaña al intestino irritable con modalidad diarreica. Los pacientes que padecen agorafobia tipo Colon Irritable hacen rutas mentales hasta el lugar de diversión o de trabajo en función de los baños disponibles. Temen viajar en vehículo propio como público: trenes, subtes, aviones, y no tener un baño propio o a mano.
Como consecuencia de su padecer los pacientes van generando listas de los lugares que evitan ir, y en estos lugares encontramos:
- No pasar el día en la playa
- Ni en piscinas públicas
- No viajar en ómnibus o subtes
- No asistir a ver un evento deportivo
- No ir a un concierto ni realizarlo
- No ir a una fiesta
- Embotellamiento tránsito
- Colas supermercado
- Actos colegios
- Facultades
- Autopistas
Debido a las limitaciones del cuadro y lo crónico de la afección que cotidianamente toca las funciones de alimentación y digestión diarias necesarias, no resulta sorprendente encontrar alta comorbilidad en los pacientes que padecen intestino irritable asociados a grados de depresión significativos.
El dolor intenso es otro de los ítems que nos convoca a médicos y psicólogos El dolor desde lo psicológico se trabajará con técnicas conductuales, para disminuir el dolor emocional asociado al cuadro y no incrementar a modo de círculo vicioso el dolor físico.
Por ello se debe trabajar con ellos, todo lo concerniente a elevar su autoestima y seguridad personal.
Por lo general, ¿cuánto tiempo demanda este tipo de terapia?
El enfoque puede ser individual o grupal, y las terapias apuntan a ser breves: “El formato grupal se desarrolla durante dos meses y consta de ocho sesiones, con un protocolo específico para impartir psicoeducación sobre el tema, enseñanza de técnicas de relajación y manejo de los síntomas, y tratamiento de los traumas que pudieron ser causa precipitante o sostenedora de la sintomatología”, explica al respecto. Y agrega que se utilizan distintas técnicas.
¿Qué se les suele recomendar para que tengan una mejor calidad de vida, por ejemplo?
Consultada por las recomendaciones que se les da a estos pacientes, responde que a través de nuestro tratamiento nos proponemos enseñarle al paciente herramientas para poder incrementar su locus de poder interno, que se empoderen en el manejo de herramientas y recursos para afrontar su disfunción, así como conectarlo con sus verdaderos valores vitales, ayudándolos a que des focalicen de la obsesión: “salir de sus intestinos para ingresar en sus vidas”.
Formulario de suscripción